Partiendo ahora hacia el final de nuestra ruta nos adentramos en un barranco muy poco transitado, marcado por hitos de piedras, y con la senda bastante desdibujada, la cual se adentra en el hueco que dejan el Yelmo y el Elefantito, a la izquierda, y la Maza, la Bola de San Antonio y El Pan de Kilo a nuestra derecha. El camino toma desnivel por el que bajamos adentrándonos poco a poco en una zona más angosta, conocida como Hueco de las Hoces en la que aparece el arroyo de los Huertos. Por esta zona tendremos que ir superando los diferentes obstáculos que la naturaleza puso en este paisaje sin despistar los hitos que se confunden con las rocas, los cuales nos conducen por un laberinto en el cual tendremos que pasar bajo grandes rocas, saltar por el arroyo e incluso auparnos a una roca gracias a un poyete hecho con piedras. Superadas estas divertidas "pruebas", el camino se suaviza y se dirige en dirección sur al Risco de los Principiantes; dejando éste a nuestra izquierda, pasamos en dirección oeste por el Barranco de los Huertos. Es en este punto donde ya veremos bajo nosotros y a lo lejos la zona de Canto Cochino. Continuamos la senda, ahora más fácil de seguir para llegar al rÃo Manzanares, y seguimos su curso por la senda en dirección sur para en tan sólo unos metros alcanzar el puente de madera que lo cruza. Pasado éste encontramos una praderita junto a las instalaciones forestales; el camino sigue en su dirección y cerca encontramos el puente que pasamos al comenzar la ruta; ya solo resta cruzarlo para estar en el punto de inicio y fin de esta ruta.